martes, 22 de enero de 2008

"LA CALLE DEL PUERTO DEL AIRE"

Corria el año 1753., cuando aparecio por aquella calle del barrio de la "Loma" un apuesto, gallardo y valiente charro vestido de negro con sombrero galoneado y mascada al cuello, muy joven casí, casí un niño pero nomas que bien desarrollado, era Odilón Mata Sandoval, hijo del ñor' Juan y Petrona Sandoval, oriundos del Ranchito de los Fierros, mpio., de aquí de Dolores Hgo. Gto.

Los abuelos de este mosalbete, eran indios puros de la raza Otomie, de lo cuál se sentía orgulloso el muchacho y le gustaba que la gente lo distinguiera con el mote de "EL OLLERO", alguien de entre sus amigos le llego apreguntar:_ ¡Oye, por que el apodo del "ollero"!, a lo que: "pos' que ve amigo que aqui en mi tierra se hacen puras ollas, de eso se vive aca en esta tierra".
Este jovenzuelo era noble y amigable pero en cuestiones de amores sabia defender lo que era suyo y ala mujer que amaba.

Cuenta la cronica que un día Odilón en cuentra a su amorcito en brazos de otro hombre y le reclamo enojado al rival en amores, y pelearon a un rato, cuando el contrario viendose perdido, por el "ollero", resulto ser muy bragao en el pleito, rapidamente hecho mano a su sintura y sacó como rayo un filoso trachete con el cual cerseno, la yugular de aquel muchacho, que al instante se fue doblando.

Al ver Mariano Mejia Barcenas, nombre del rival de Odilón, como buen gallo, lanzó una carcajada entre sarcastica y diabolica: ¡Ja, ja, ja, ja, ja, vete al infiernoooo! muy herido, agonisando, casi apunto de morir, bomitando sangre, dice:_ "Dices bien amigo, me voy al infierno pero. . . Dirijiendose a Cristina Patoja Negrete, la joven mancornadora, tú jamás seras casada y tú (dirijiendose a su asecino), cargaras con mi muerte por siempre y vendre a recordarselos todos los días, a un pasaran los años.

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