viernes, 13 de junio de 2008

LA MISA INFERNAL

En el mpio. de Dolores Hidalgo del Estado de Guanajuato, existe una comunidad o rancho llamado Tequisquiapa, esta comunidad es limite con el municipio de San Miguel de Allende, en cuya comunidad existe un cerro que se asemeja un templo de considerables proporciones, al rededor de este cero se teje una cronica con sabor a leyenda, de esas leyendas campiranas que se cuentan despues de la cena y que suelen contar los viejos o abuelos de la familia. . . ¡Y VA DE CRONICA!. Cuentase que cada año el jueves Santo, se les aparece un hermoso templo de marmol blanco y tipo gotico-churrideresco, las puertas con arcos de medio punto; a todos los que merodean ese día por aquel lugar, el sonar de campanas se asemeja al de las capanas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México o al sonar de las capanas de la catedral de Puebla, a quel sonido enerbante e hinoptisante atrae a todo quien lo escucha, que son los pastores, leñadores, gente que anda de "día de campo" por aquel lugar.
"Juvencio Jasinto Salazar, me lo contó, que a él merito le sucedio", nos lo comentaba mi tío Juan Alvarado Blanco, era un hombre de setenta años de edad y lo refirmaba mi tía Juanita Blanco, el primero era primo y la segunda tía materna de mi padre, la segunda completaba la narración.
Pues bien, en aquel año del señor de. . .
_ ¡Achis, un repique de campanas, hhhuuummm, de San Miguel no puede ser, de Dolores menos puede ser esta mas retirado!. Cabilando, recordando en aquella vieja platica de los abuelos se santigua abriendo demesuradamente los ojos diciendo:
_ ¡¡Jesús Sacramentado, me proteja, es cosa del diablo!!
urgando entre los bolcillos de pantalón saca de uno de ellos un emboltorio pequeño era un distintivo de la Adoración Nocturna y unas reliquias de San Ignacio de Loyola, santiguandose y rezando, rezando y santiguandose se hiba acercandose al lugar siguiendo el tiñido de las campanas, lo hacia escondiendose entre los arbustos, la guaparra, el hacha, la reata el burro, quien sabe donde quedaron aquel hombre entre mas se acercaba mas y mas aquel sonido infernal hinoptisaba y lo henerbaba, como animalito en hierbado y como automata paso el lubral del "templo", que no era otra cosa que una gran cueva que la entrada tenia la forma de lucifer, ya que las dos torres hermosas que veia aquella gente que como Juvencio, no eran otra cosa que los cuernos de satanas. Realmente estaba poseido o en trance nuestro hombre, no eso lo hizo para entrar por en su cerebro martillaban tres palabras como venidas de la gloria, ¡¡entra, obserba Juvencio!! y obedeciendo su instinto o inspiración se hizo el hipnotisado y entro; al estar todos los "invitados" a aquella "misa", en aquel "templo", empeso. . . pero espera amable lector, en altar de aquel templo no habia imagenes , ni santos solo una cruz clavada en posición invertida y encima de ella unos cuernos y a los lados de estos unos signos cabalisticos.
Empeso la ceremonia pero mas que una ceremonia, eran blasfemias, escupitajos, burlas y escarneos encontra del Dios verdadero y todo poderoso y para mayor burla un ser deforme, por decir un adefecio asercosele al hombre que era el ser humano mas repugnante por se estaba desasiendo sus carnes putrefactas despedian un olor a perro muerto, le acerco un insensario y una basija y el "sacerdote" le abento a las brasas dos pequeños puños de un polva el cual despidió de inmediato un olor a azufre imaginemonos a que olia aquel lugar, en la homilia todo era: Prostitución, ira, gula, envidia, lojuria, etc, etc, etc. . . Si por que a un lado de Juvencio, se encontraba la madre soltera de la Barraquita, aquella que vendia su amor al mejor postor y Marcelino Paz, compadre la susodicha, desde que habia quedado viudo le comentaba a su amigo Juvencio que se moria de ganas por poseer aquel cuerpo femenino a lo cual le decia Juvencio: "No chelino, es pecado, tener relaciones sexuales con una comadre".
_ Pos' digas lo que digas, la comadrita tiene guenas ancas, como pa' pasearme arriba de ellas; no mas ¡¡imaginate como a de estar en las noches que no agarra nada, bien jadeosa!! ¡ella así. . . y yo tan necesitado de aquello!
_ ¡Ay, Marcelino ya no te compusiste!
_ ¡Si el diablito me hiciera el milagro y me la trajera. . .!
Juvencio se santiguaba, se retiraba de él. Y miren el diablo le hizo el milagrito ahí estaban haciendo el amor, ahí desnudos haciendo el amor como perros, en aquella orgía todo era asquerosidad y repugnancia. ¿cuanto duró esta pesadilla o "MISA INFERNAL? un año.
Se cuenta que todo el que asiste a esa ceremonia diabolica en el umbral de aquella cueva muere o sale loco, pero nuestro hombre ¿por que no enloquesio? al decir de la gente piadosa fue por la reliquias benditas que portaba. . . sea o no sea te lo dejo a tu imaginación lo que si es cierto que por esos lugares en nuestros días suele contarse dicha cronica.