Crónicas y Tradiciones de Dolores Hidalgo

Antonio Muñoz Duarte, era un solteron empedernido, que viva solo con sus padres, dos simpaticos ancianitos, uno de ellos el padre de este muchacho ya tenia algun tiempo postrado en la cama a consecuencia del terrible mal de leucemia, y su madre, que era la unica que se mantenia en pie, aparentemente sana, la cuál hacia el quehacer de aquella casa, pero. . . ¡¡¡OH FATALIDAD, CALAMIDAD DE CALAMIDADES QUE SE CERNIA EN AQUEL HOGAR!!! de unos meses para aca aquella noble ancianita se veia decaida. . . pero aun así continuaba pegada a sus obligaciones no paraba de trabajar mas cierto día no se levanto para levantarse jamás. ANTONIO (a) "EL CALABERA". El apodo o sobre nombre no se lo dío el pueblo o vulgo, por andar de enamorado o mujeriego, este mote se lo puso "la parranda" o grupo de amigos, por su fisico; si en realidad era delgado, delgadisimo, bueno digamos super flaco.
Este hombre contaba con una herencia de: Su casa donde vivia, una carniceria, su perro raza doberman color blanco, llamado por él "el alma", una docema o mas de jaulas con aves canoras entre las cuáles se contaban canarios, ruiseñores, cenzontles, etc. . .
Algo peculiar tenia nuestro personaje y era que noche tras noche antes de recogerse para dormir rezaba el santo rozario y cantaba todo este acto piadoso y oir misa se los ofrecía a "las animas benditas del Santo Purgatorio y en especial por las más necesitadas. . ."
Cuenta la Cronica que un día en peso de la noche intentaron robarlo, pero ¡¡¡Oh sorpresa!!! los ladrones se encontraron con que la casa estaba muy resguardada, habia cuatro soldados dos en la azotea uno en cada isquina, dos abajo en los limites del frente la casa, y entreba y salia gente unas personas llebaban velas en una de sus manos y en la otra una arma blanca y otras veladoras en vaso y la otra palos o piedras, los cuatro maleantes al ver todo aquel moviemiento de gente se acobardaron y desistieron en su intento, se dice que uno de ellos, paso despitadamente y oyo que dijo alguien:
_ . . . Y en la carniceria esta mi mayor Martín, con su tropa resgurdando el dinero que tiene ahí nuestro jefe. . .
Y volviendose a sus compinches pregunto quien pensaba asaltar la carnicera del "calabera" y dijo el jefe de ellos: _ yo ¿por que?
_ ¿Quiere ser victima jefe?
_ No ¡¿por que, como un cabró?!
_ No se "espoje jefecito. . . Es haya esta el mayor Martín (a) "el mata siete", y segun dijeron esta guardia va ser permanente y hasta las seis de la mañana. . . Y
_ ¡Hhhuuummm, ya la jodimos estamos fritos vamos a la chingada, este guey ya se olia, por eso se resguardo y resguardo su pichurrienta carniceria, vamos a la jodida!
Se hiban a retirar cuando oyo una voz:
_ ¡Hey Simón, parence, no se vayan!
_ ¡¡Ooolllaaa mmmiii bbbuuueeennn toñito!!
_ Humm, que te pasa mi "doble jeta", como andan de "lana", de dinero. . .
_ Si quieres que te haga un "paro" (prestamo) pos' no más no cuentes con nosotros no traemos ni para los faroz.
_ O sea andan brujas, bueno tengan se los regalo, ya vez "mi doblejeta" somos como carnales o ¿no?, comprenles de comer a sus hijos y cuando neciten vengan y pidame pero jamas me roben...
lo que les dío a los ladrones fue un fajo de billetes, los ladrones se quedaron baca abierta de la generosidad de aquel individuo.
A la mañana como solia hacerlo, Antonio siguio su misma rutina de su casa a misa de misa a su negocio; ya no le extrañaba que cuando el llegaba a brir su tablajeria ya encontraba a la mayoria de su clientela esperandolo, pero ese día, todos a una voz le preguntarón:
_ ¡Bueno toñito, a noche y en la madrugada que tenias aquí en el negocio estan las luces prendidas entraba y salia gente y habia dos soldados no eran mas como reguardando la carniceria.
_ ¡Si dicen que tambien vieron lo mismo en mi casa no se que estaria pasandon, bueno si se, pero es secreto de Estado y no se los voy a contar, no mas les digo haganse ustedes tambien socios o socias de las ANIMAS BENDITAS.